La mayoría aplastante de seguidores del Liverpool frente a los del Real Madrid en las calles de Kiev se trasladó también al Estadio Olímpico de la capital de Ucrania. Nada más abrirse las puertas del recinto, casi tres horas antes de la final de la Champions League, las camisetas rojas comenzaron a ubicarse en una grada reservada en teoría al color blanco.
Arancha Rodríguez, reportera de la Cadena Cope, ha contado en el programa ‘Tiempo de juego’ que presenció cómo un aficionado del Liverpool compraba una entrada para la zona madridista por 550 euros, justo en uno de los accesos al campo a dos horas del partido.
Esos socios del Madrid que tanto impostan ser dueños del club que solo les importa para aprovecharse de su condición. Qué vómito. pic.twitter.com/DOthMvmKe1
— Manuel Matamoros (@Chamartin4ever) 26 de mayo de 2018
La UEFA entregó a cada uno de los dos clubes finalistas 16.262 entradas, el 30% del aforo del estadio, y se quedó con el 40% restante. El Real Madrid tuvo que gestionar la devolución de 3.000 de ellas, de las que sólo pudo ‘colocar’ la mitad. La distancia hasta Kiev y el elevado precio del desplazamiento han hecho que la presencia de seguidores blancos no sea tan numerosa como en otros finales. Y más teniendo en cuenta que se trata de la cuarta final en cinco años.
Mil euros por un vuelo
Los vuelos a Kiev se han situado en los últimos días en unos 1.000 euros, algo que, lógicamente, no está al alcance de cualquiera. La escasez de vuelos chárter, que sólo llegarán a 15 por culpa de la normativa ucraniana, tampoco facilita la situación.
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